5 errores al aprender un idioma extranjero

Durante los últimos 10 años, he ayudado a muchas personas de diferentes edades y niveles a aprender ruso. He notado que todos enfrentan con dificultades similares. No se trata de falta de inteligencia, habilidades o talento para los idiomas. Los obstáculos suelen ser muy parecidos para casi todos, ya sea que estudien por su cuenta o con un profesor.

La buena noticia es que siempre hay una solución.

A continuación, te contaré cuáles son los errores más comunes y cómo evitarlos para que tu aprendizaje sea más efectivo y motivador.

  1. Rendirse demasiado rápido

    Queremos aprender un idioma de inmediato. No ves resultados y lo dejas. Pero con cualquier idioma (el ruso no es excepción) no funciona así. No es una red social donde recibes una dosis de dopamina en 5 segundos. Aquí lo importante es la paciencia y la constancia.

    Consejo:

    Fija pequeñas metas semanales. Por ejemplo, aprende 5 palabras nuevas o mira un video corto con la transcripción y trata de comprendelo. Pequeños pasos → grandes resultados.

  2. Miedo a hablar

    «¿Y si me equivoco?» «¡Mi acento suena raro!» ¿Te suena? Pero lo más importante es hablar, no quedarse callado. No pasa nada si pronuncias mal una palabra, lo esencial es practicar.

    Consejo:

    Permítete cometer errores. Incluso cuando hablamos o escribimos en nuestra lengua materna nos equivocamos, y no pasa nada. Empieza con frases sencillas, repítelas en voz alta y así te acostumbrarás pronunciar las palabras rusas.

  3. Usar siempre el mismo método

    Si llevas meses con el mismo libro sin ver avances, ¡es momento de cambiar! Explorar diferentes métodos te ayudará a mantener la motivación.

    Consejo:

    Cada 2–3 meses evalúa tu progreso: ¿Qué te gusta? ¿Qué te aburre? ¿Qué no funciona? Prueba diferentes formatos y materiales.

  4. Usar demasiados recursos

    Tienes 10 canales de YouTube, 5 aplicaciones, 3 cursos… y cero tiempo. Al final, solo consigues estrés y confusión.

    Consejo:

    Elige 2 recursos principales y úsalos durante un mes. Por ejemplo, una applicación + un pódcast. Luego evalúa y, si es necesario, añade algo nuevo.

  5. No practicar todos los días

    Aprender un idioma es como entrenar un músculo. Si dejas de practicar, lo olvidas. Y tras un mes sin estudiar o practicar resulta más difícil arrancar.

    Consejo:

    10 minutos al día es mejor que nada. Un diálogo corto o una actividad rápida mantienen tu progreso.

  6. Conclusión:

    Aprender un idioma es una maratón, no un sprint. Avanza poco a poco, experimenta con diferentes métodos, pierde el miedo a equivocarte y verás resultados

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